Jóvenes, principales víctimas de la maldad y miseria humana: Obispo

San José fue declarado santuario; estará dedicado a familias, mujeres, migrantes, trabajadores y vocaciones

Zurya Escamilla Díaz | Tlaxcala | 19 de marzo de 2025

Los jóvenes son las principales víctimas de la crueldad y miseria humana manifiesta en casos como el de Teuchitlán, Jalisco, aseveró el obispo Julio César Salcedo Aquino en su homilía durante la elevación de la Parroquia de San José a Santuario que estará dedicado a migrantes, mujeres, trabajadores, familias y a las vocaciones sacerdotales. 

    Luego de una procesión que partió a las 16 horas de la Capilla de San Diego de Alcalá por la calle Lira y Ortega hasta el templo donde a las 18 horas tuvo lugar la celebración eucarística donde el Obispo de la Diócesis de Tlaxcala informó que declarlo como santuario obedece a la veneración que el pueblo del estado ha tenido para San José desde su construcción en 1640 por instrucción de Fray de Palafox y Mendoza.

    Asimismo, recordó que en 1959 fue elevada a catedral por el primer obispo de Tlaxcala, Luis Munive y Escobar, quien en 1976 trasladó la sede episcopal a la Iglesia de la Asunción en el exconvento franciscano.

    Afirmó que desde entonces, San José ha sido un "pararrayos" para la Diócesis de la entidad y por ello es que ahora se convertirá un espacio donde los pererinos podrán restaurar sus fuerzas y donde brindarán acompañamiento a migrantes, mujeres, familias, trabajadores y a las vocaciones sacerdotales. 

    Con ello, Salcedo Aquino aseguró que responden a los retos de la sociedad actual que demanda una iglesia de puertas abiertas, que sea un hospital de campaña y una iglesia de salida en un contexto donde pareciera primar la cultura de la muerte. 

    Agregó que hechos como el reciente descubrimiento de restos humanos en Teuchitlán, Jalisco, han generado indignación y dolor, pues son una muestra cruel de la maldad y miseria humana que afecta principalmente a los jóvenes, pero que atenta contra toda dignidad de la persona humana.

    Desde el púlpito, el Obispo de Tlaxcala externó su solidaridad a las familias de las víctimas de esta decadencia moral" y a los colectivos de búsqueda de personas; al tiempo que se pronunció porque la elevación de San José a santuario sea un signo de esperanza, cercanía, compasión y ternura para las personas más necesitadas.