- El expresidente del Sistema Producto Amaranto presentó un proyecto al gobierno federal para fomentar la producción de esta planta
Zurya Escamilla Díaz | Tlaxcala | 29 de diciembre de 2024
La falta de incentivos gubernamentales a la producción de amaranto y el apoyo a la instalación de empresas trasnacionales en la zona oriente de Tlaxcala ha derivado en que algunos campesinos decidan vender sus tierras, comentó Perfecto Barrales Domínguez, expresidente estatal del Sistema Producto Amaranto.
"Ya nada más estamos cuatro usuarios de 13; los demás ya vendieron, pues estamos una situación de veras crítica, al ver que el gobierno le da preferencia a las trasnacionales, pues dicen mejor vendo la tierra", comentó el productor en entrevista al término de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a la entidad.
Con la intención de entregar un proyecto que detone la producción de amaranto en el estado que tiene una capacidad de producción de 30 mil hectáreas, Barrales Domínguez pidió a la presidenta del país considerarlo junto a la miel, café y cacao como área de transformación.
"Sabemos que aquí en Tlaxcala pues somos líderes en la producción de amaranto; sobre todo en la zona de Cuapiaxtla, en mi tierra y vamos fuerte ahí", comentó.
Sin embargo, han observado que los precios de esta planta que ha pasado de 30 a 25 pesos y actualmente a 19 pesos el kilo, situación que desanima a los productores, a pesar de que conocen el potencial de este cultivo en temporadas de sequía -puesto que necesita un menor volumen de agua para su producción respecto a otros- y su potencial para abatir la pobreza alimentaria por ser rico en nutrientes.
Cuestionado sobre las causas que han ocasionado una caída en los precios del amaranto, Perfecto Barrales indicó que no hay un proyecto claro de los gobiernos municipal, estatal y federal para su atención; lo que a menudo favorece la participación de "coyotes" que les obligan a vender a menor costo el producto.
Aunado a ello, refirió que la política de privilegiar la instalación de empresas trasnacionales en la zona oriente de Tlaxcala y en la área colindante con Puebla también influyen en el ánimo de productores de amaranto que han optado por vender sus tierras y ello también impacta en el empleo para el campo.
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