Zurya Escamilla Díaz | Tlaxcala | 25 de noviembre de 2024
Decenas de mujeres gritan al exterior del Palacio Legislativo "Diputadas, amigas, confiamos en ustedes", "Diputada, aquí está su manada", mientras en el Patio Vitral funcionarias y funcionarios hacen un esfuerzo en concentrarse en los discursos que sucesivamente emiten la presidenta del Poder Judicial y el secretario de gobierno en el primero de los 16 días de activismo para visibilizar la violencia contra las mujeres.
Apenas minutos antes, integrantes de diversas colectivas: ambientalistas, acompañantas de aborto, a favor de la movilidad segura en bicicleta, por la legalización de la marihuana se reúnen para organizar las movilización; todas con un mismo llamado poner un alto a toda forma de violencia en contra de ellas, de sus amigas, sus hijas, sus hermanas, sus madres, de todas las mujeres que con la posibilidad o no de alzar la voz requieren que sus derechos sean garantizados.
Elaboran pancartas al pie de las Escalinatas de los Héroes en la ciudad de Tlaxcala, ríen, juegan bromas, se dan ánimos, reparten fotocopias con notas periodísticas sobre feminicidios, desapariciones, una y mil expresiones de violencia basada en género. De todas las edades, se enfundan pañuelos morados, verdes y naranjas antes de comenzar la marcha hasta las sedes del Legislativo, Judicial y Ejecutivo; los usan en la cabeza, en el cuello, sobre el rostro, en las muñecas.
"Alto a la violencia machista", "el que ama no maltrata", "fuera violentadores del Cbtis 211" son algunas de las leyendas que se pueden distinguir en el contingente que avanza obre el boulevard Guillermo Valle con la pancarta más grande al frente "Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte".
Al escuchar el evento oficial por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, sus voces no se hacen menos; cobran fuerza para exigir justicia para Daniela, Karla, Addonaji, Sandra Emma y tantas otras víctimas de feminicidio o de desaparición.
Recuerdan al Legislativo su pendiente para despenalizar la interrupción del embarazo, armonizar la legislación local con la nacional, aprobar presupuestos con perspectiva de género; al Ejecutivo para demandar que se garantice la seguridad de las mujeres en Tlaxcala y se trabaje en torno a la trata de personas; al Judicial para recordar que tienen la obligación de garantizar a las víctimas el acceso a la justicia.
Es otro 25 de noviembre, pero de enero a octubre de este año, Tlaxcala ha reportado 13 casos de feminicidio que lo ubica como el tercer estado con la tasa más alta del país, solo después de Morelos y Chihuahua. También, seis carpetas de investigación por homicidios dolosos de mujeres, 12 por homicidios culposos, 21 por lesiones dolosas, 12 por violación. Además, mil 420 llamadas relacionadas con violencia contra mujeres, 51 por abuso sexual, 48 por acoso u hostigamiento sexual, 36 por violación, tres mil 733 por violencia de pareja y 985 por violencia familiar.
Es 25N y otra vez las autoridades hacen oídos sordos ante el clamor de justicia de las mujeres y las innegables cifras que aún con lo alarmantes no alcanzan a reflejar la realidad de la violencia en Tlaxcala.
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