Foto: Cereso Femenil de Apizaco, Tlaxcala (Archivo Expediente PolíticoMx) |
Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 29 de junio de 2024) Falta de normatividad interna y de personal, deficiencias en los servicios fueron algunas de las observaciones que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó a los tres centros de reinserción social (CERESOS) en el estado de Tlaxcala; cuya calificación general fue de 6.13 puntos sobre 10.
En su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023, el órgano autónomo muestra que hubo condiciones generales medias y una tendencia a la baja de los CERESOS de Tlaxcala en todos los rubros que evalúa: Aspectos que garantizan la integridad de las personas privadas de la libertad (PPL); Aspectos que garantizan una estancia digna; y Grupos de personas privadas de la libertad con necesidades específicas; mientras que en los rubros Condiciones de gobernabilidad y reinserción social de las personas privadas de la libertad, la calificación estatal fue baja.
En total, hay mil 032 personas privadas de su libertad en Tlaxcala. Los centros penitenciarios del estado reportaron albergar a 27 personas adultas mayores. No obstante, el CERESO varonil de Apizaco y el femenil tuvieron deficiencias en la atención a este grupo prioritario; también hay 20 personas indígenas; 23 personas con discapacidad; siete personas extranjeras; 15 personas de la comunidad LGBTTTIQ+; y cinco que viven con VIH/SIDA.
Al respecto, la Comisión señaló que existe "la necesidad de generar políticas públicas en materia penitenciaria con enfoques diferenciados, en cumplimiento a lo dispuesto en la Ley de la CNDH".
Durante el año pasado, el organismo autónomo registró un caso de suicidio entre personas privadas de su libertad en el estado, quien había registrado tres intentos previos; pero ningún homicidio, riña, motín, fuga, tortura y/o maltrato, o abuso.
Por lo que respecta al CERESO varonil de Apizaco donde hay 491 PPLs, nueva más que su capacidad, otorgaron una calificación de 6.61 por ciento e identificaron problemas de hacinamiento y sobrepoblación; deficiencia en condiciones de materiales e higiene para su alojamiento y atención médica; deficiencia en la imposición de sanciones disciplinarias, falta de normatividad en el centro, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, presencia de actividades ilícitas; también una inadecuada clasificación de PPLS, insuficiencia o inexistencia de actividades educativas; y deficiencia en la atención a personas adultas mayores.
Mientras que los aspectos positivos que observó la CNDH son los servicios para mantener la salud, la capacitación del personal, inexistencia de cobros, actividades laborales y de capacitación, atención a personas LGBTTTI+ .
En cuanto al CERESO varonil de Tlaxcala, con una calificación de 6.03 puntos, el diagnóstico identificó deficiencias en la atención de personas en aislamiento, en los servicios de salud, en la prevención de derechos humanos y en los canales para presentar quejas, insuficiencia de programas para atender incidentes violentos, falta de supervisión del centro por parte de su titular; deficiencias en las condiciones materiales y de higiene en el área médica; deficiencia en la imposición de sanciones, falta de capacitación e insuficiencia de personal, falta de normatividad; deficiente separación y clasificación de PPLs, inadecuada organización y deficiencia en la atención de personas indígenas.
Sin embargo, observó como puntos positivos la distribución de personas privadas de su libertad, el número de personas con relación al centro, toda vez que hay 436 y la capacidad del lugar es para 504; la inexistencia de cobros, actividades laborales y de capacitación, atención a personas que viven con VID/SIDA.
Respecto al CERESO Femenil, ubicado en Apizaco y al cual la CNDH le dio una calificación de 6.47 puntos; identificaron deficiencias en servicios de salud, insuficiencia para la remisión de quejas por violación a derechos humanos, sobrepoblación; deficientes condiciones materiales y de higiene para su alojamiento, comunicación con el exterior, en la cocina y comedores; insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro; deficiencia en el procedimiento de imposición de sanciones disciplinarias y de personas de seguridad y custodia.
Además, encontraron deficiencias en la integración de expedientes técnico-jurídicos; de separación entre procesados y sentenciados; inadecuada clasificación de PPLs, de organización y cumplimiento del plan de actividades, vinculación con la sociedad, de actividades deportivas y educativas; deficiencia en la atención de personas adultas mayores.
Con relación a los aspectos positivos, el organismo autónomo identificó programas para prevenir y atender incidentes violentos, supervisión del centro por parte del titular; condiciones materiales y de higiene en el área médica; ausencia de cogobierno o funciones de autoridad por parte de las PPLs; capacitación del personal, inexistencia de actividades ilícitas y cobros; actividades laborales y de capacitación; integración y funcionamiento del Comité Técnico; atención a personas LGBTTTIQ+.
En el CERESO Femenil de la entidad hay 81 mujeres privadas de su libertad cuando la capacidad es para 73; de ellas cuatro tienen hijas e hijos, en total son cuatro infantes los que se encuentran con sus madres en este espacio y -al menos durante el año pasado- no se reportaron casos de mujeres embarazadas.
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