Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 6 de marzo de 2024) La iconoclasia es una forma de expresión ante las omisiones y violencias de las instituciones del Estado, comentaron participantes del foro “Humanismo mexicano, una reflexión desde la iconoclasia” que tuvo lugar esta mañana en el Teatro Xicohténcatl.
El evento convocado por la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) reunió a activistas, académicas, artistas, servidoras públicas y periodistas que comparten la visión feminista desde sus distintos ámbitos de trabajo para hablar sobre una de las expresiones que más polémica genera en torno a las movilizaciones por el Día Internacional de la Mujer: la iconoclasia.
Coincidieron en que ésta no es una forma de expresión reciente, sino que se remonta a diferentes épocas de la historia y que incluso en el feminismo se ha ocupado a lo largo de sus distintas corrientes; ya que es una forma de manifestarse en contra de lo que representan los símbolos y los monumentos para los distintos movimientos
En este sentido, la antropóloga Liz Andrea Flores Montoya refirió que si bien no es una práctica reciente, sí ha sido retomada por algunos de los grupos más jóvenes de mujeres y atribuyó a ello que sea difícil de entender para otras generaciones de la sociedad e incluso dentro del mismo movimiento. Sin embargo, puntualizó que es necesario distinguirla de otros conceptos con los que comúnmente se asocia como la violencia que puede ocurrir contra los inmuebles o con el vandalismo que no tiene una finalidad.
A propósito, la historiadora Elizabeth Jaime Espinoza explicó que al igual que otros procesos sociales, la iconoclasia está sujeta a ser interpretada por sesos de carácter histórico e ideológico; de ahí que grupos como restauradoras han enfatizado que es necesario documentar esta expresiones del contexto histórico y momento social que se vive a partir de ellas.
La escritora Daniela Escobar, la activista Violeta Álvarez, la investigadora Aurelia Flores, y la consejera Geovanny Pérez López, integrante del consejo consultivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), coincidieron en que las luchas históricamente no han sido pacíficas y la iconoclasia tiene como propósito intervenir los objetos por su significado, de ahí que los inmuebles afectados sean sede de instituciones del Estado que han dejado de cumplir, tengan algún significado histórico o social.
Mientras que las activistas Lucía Texis Castillo y Ana Rosa Díaz enfatizaron que solo las personas que acuden a las movilizaciones y que sienten la necesidad de recurrir a la iconoclasia para expresar su descontento, enojo y todos los sentimientos que les provoca la violencia que han vivido personalmente o a través de otras pueden explicar sus razones y relevancia.
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