Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 17 de octubre de 2022) La producción de amaranto en el estado de Tlaxcala se debilitado desde 2016, afirmó la investigadora asociada del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laura Elena Martínez Salvador, durante la conferencia "Amaranto: ¡más que una alegría, un alimento ancestral!".
Destacó que esta planta se ha cultivado en América desde hace cinco o siete mil años con un profundo significado para las culturas prehispánicas que se caracteriza por su resistencia y adaptabilidad a todo tipo de condiciones climáticas y ecosistemas; además de que requiere 40 por ciento menos agua que el trigo y la cebada.
Pese a ello, la especialista enfatizó que la producción es errática debido a los los precios en el campo, pero también a las políticas o programas estatales; además de que es necesario fortalecer su consumo y las cadenas productivas.
Detalló que si bien en Tlaxcala, los productores de amaranto han disminuido el trabajo en esta planta desde 2016; en Puebla se mantiene como el productor líder en el país y en Morelos la producción ha bajado la producción a causa de los precios rurales.
El Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) da cuenta que en 2016 se cosecharon mil 556 hectáreas de amaranto en la entidad con una producción de dos mil 341.46 toneladas; cifras que cayeron a 638 hectáreas cosechadas y mil 117.91 toneladas de este producto en 2017; para 2015 fueron 512 hectáreas cosechadas y 998 toneladas. En 2019, la producción se recuperó con la cosecha de 721.3 hectáreas y mil 196 toneladas de amaranto; en 2020 la superficie cosechada fue de 718 hectáreas y con mil 276 toneladas de producto; y en 2021, los productores de la entidad sembraron mil 55 hectáreas y cosecharon dos mil 39.33 hectáreas.
En su intervención, Héctor Robles Berlanga, director general de la Organización para la Productividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), indicó que el amaranto es una importante fuente proteínas, vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, además de ácido fólico, calcio, hierro y fósforo; así como una fuente rica en aminoácidos, con una producción de bajo impacto ambiental; razones por la que es considerado uno de los 50 alimentos del futuro.
El funcionario destacó que el programa Producción para el Bienestar tiene 592 productores de este cereal en su padrón; originarios de Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Morelos.
Mientras que Eduardo Espitia Rangel, investigador del Programa de Cereales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), dio a conocer que 32 de las 70 variedades de amaranto que hay en el mundo existen en México, por lo que es punto principal de origen y producción.
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