Por José David Cabrera Canales*
<<No hay viento favorable para el que no sabe dónde va>> Séneca
Para iniciar, comenzaré diciendo que en ocasiones como individuos perdemos de vista el horizonte y no tenemos claro hacia dónde va nuestro andar en la vida privada y mucho menos en la pública, una persona sin proyecto, es como un barco en alta mar sin carta de navegación, en donde las olas lo llevan a donde quieren.
Tomando
como analogía lo anterior, en una sociedad, es difícil lograr coincidir en algún proyecto
que le proporcione rumbo sin perder el horizonte. Ponerse de acuerdo entre los integrantes del colectivo social, es más
complicado; por lo que en muchas ocasiones la sociedad no tiene
rumbo ni sentido y en la mayoría de las veces ese rumbo es propuesto o impuesto
por quienes ocupan un cargo de representación, delegado por la misma
sociedad.
Vale la pena decir, que, como
personas y más como ciudadanos, debemos tener una participación activa y
voluntaria en los asuntos públicos, no debemos esperar a que nuestros derechos
se vean conculcados, o que ocurra un hecho que nos afecte para movernos de
nuestra esfera privada y convertirnos en activistas o protestatarios de la vida
pública y de los malos gobiernos. Antes de ser afectados en nuestros
intereses individuales, debemos participar en la exigencia de rendición de
cuentas a los servidores públicos, dicha rendición de cuentas debe ser
permanente y no cada que llega un proceso electoral.
Cabe destacar, que la mejor forma
de empoderar a las personas es proporcionarles las herramientas que les
permitan llevar a cabo una función de vigilancia a la administración pública en
todos sus niveles (federal, estatal, municipal y de comunidad), y de
esta forma, quienes ocupan un cargo de
representación popular, sepan que estarán bajo la lupa de la sociedad, lo que
sin duda tendrá como resultado una disminución de los actos de corrupción por
parte de los empleados del pueblo y como contraparte el fortalecimiento de la
confianza en la democracia representativa y participativa.
Debemos tener
en cuenta, que lo que desde su origen se hace de forma transparente, conlleva
elementos de legalidad y legitimidad, hoy, las decisiones públicas se deben tomar de forma
participativa, los habitantes de un determinado lugar, deben formar parte de la
decisión para solucionar algún problema en su calle, colonia, comunidad y municipio,
por lo que las autoridades deben incluir mecanismos de participación desde
abajo, en la búsqueda de soluciones a los problemas más sentidos por la
población y que son: seguridad, salud, acceso al agua potable, educación,
empleo, entre otros.
Ahora bien, ¿cómo podemos lograr la participación de las personas en los asuntos públicos? En principio, debe existir voluntad y apertura por parte de los servidores públicos para generar canales de comunicación efectivos que permitan a las personas ser tomadas en cuenta en la identificación de los problemas y en las propuestas de solución para resolverlos.
Por otro lado, las
personas deben estar dispuestas a dedicarle parte de su tiempo a la
participación en la vida pública, aunado a lo anterior, las personas deben
contar con información de calidad, que les permita tener conocimiento de los
temas y asuntos que las autoridades están atendiendo y con ello lograr su
involucramiento, también las leyes deben cumplirse y permitir la participación
ciudadana a través de la iniciativa popular, el referéndum, el plebiscito, la
consulta pública, la revocación de mandato, entre otras.
Por último,
¿qué logramos con la participación de las personas en los asuntos públicos? En primer lugar, logramos que
disminuya la discrecionalidad en la toma de decisiones, por otra
parte, logramos que los recursos económicos con los que
cuenta el gobierno y que se obtienen de los impuestos que pagamos los
ciudadanos, se apliquen de forma eficiente y eficaz, también logramos inhibir los actos de
corrupción. Asimismo, logramos que la
democracia se fortalezca a través de los mecanismos de participación
conjunta entre las personas y los servidores públicos y con ello se consolide
la gobernanza, es decir, que sociedad y gobierno actúen en coordinación para
lograr conjuntamente mejores soluciones.
* Analista, profesor de tiempo completo de la Universidad
Autónoma de Tlaxcala, presidente de la academia de política.
Correo
electrónico: josedavid.cabrera@uatx.mx
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