Redacción (ONU, 18 de diciembre de 2017) Miles de personas migran a Estados Unidos atraídos por la tierra de las oportunidades. Los estadounidenses confían en que pueden llegar a ser lo que quieran independientemente de la clase social en la que uno nazca. Sin embargo, “Estados Unidos ahora tiene la menor tasa de movilidad social de cualquier país rico”, advierte un experto en Derechos Humanos de la ONU tras visitar el país.
Philip Alston, relator especial sobre pobreza extrema y derechos humanos, asegura que “el sueño americano se está convirtiendo rápidamente en un espejismo americano”.
El experto viajó por varios estados durante dos semanas. “El excepcionalismo estadounidense era un tema constante en mis conversaciones”, dice “pero hoy Estados Unidos está demostrando que es excepcional en otras formas mucho más problemáticas y que están sorprendentemente en desacuerdo con su inmensa riqueza y con los compromisos sobre derechos humanos que están en sus principios fundadores”.
Entre esas excepciones, el relator señala que “no hay ningún otro país desarrollado con tantas personas privadas del derecho a votar, donde tan pocos votantes pobres se interesen por las elecciones y donde los votantes corrientes tengan tan poco impacto de los resultados políticos”.
40 millones de pobres
El comunicado del relator cita las estadísticas oficiales del Censo de Estados Unidos que muestran que más de 40 millones de personas (más de 1 de cada 8 estadounidenses) viven en la pobreza. De ellos, 18,5 millones viven en pobreza extrema, con unos ingresos anuales menores de la mitad del umbral de pobreza
Alston destaca que, aunque se asume que los pobres son de grupos étnicos minoritarios, en realidad hay ocho millones más de personas blancas que afroamericanas viviendo en condiciones de pobreza. “La cara de la pobreza en Estados Unidos no es sólo negra o hispana, también blanca, asiática y de muchos otros colores”, señaló.
El relator explica que “le chocó la medida en la que se han caricaturizado” las diferencias entre los ricos y los pobres. “Los ricos son trabajadores, emprendedores, patrióticos y los que impulsan el éxito económico. Los pobres son vagos, perdedores y timadores”, resume.
Aunque esta imagen no se corresponde con la realidad, asegura que algunos políticos con los que habló “han comprado completamente la narrativa de que esos timadores están sentados en sus cómodos sofás, viendo su colorida televisión, mientras navegan en sus teléfonos, todo pagado por programas públicos”. “Me pregunto cuántos de estos políticos ni siquiera han visitado áreas pobres y mucho menos hablado con los que viven ahí”, añade.
La reforma fiscal aumentará la desigualdad
El relator teme que la reforma fiscal que se está tramitando en el Congreso de Estados Unidos y los recortes sociales tendránconsecuencias devastadoras para el 20 por ciento más pobre de la población.
“La propuesta de reforma fiscal afianza la apuesta de Estados Unidos para convertirse en la sociedad más desigual del mundo”, dice Alston. “Aumentará significativamente los niveles ya muy altos de desigualdad de riqueza e ingresos entre el 1 por ciento más rico y el 50 por ciento más pobre”.
Los recortes en programas sociales, “básicamente destrozarán partes cruciales de la red de protección social que ya está llena de agujeros”.
Que en Estados Unidos siga habiendo pobreza extrema es, para Alston “una elección política”, ya que “con voluntad política, podría eliminarse inmediatamente”.
Durante su visita de dos semanas, Alston, académico australiano y profesor de la Universidad de Nueva York (NYU), visitó Los Ángeles, San Francisco, Alabama, Georgia, Puerto Rico y Virginia Occidental, donde conversó con familias pobres y funcionarios públicos. Su informe final se publicará en mayo y se presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
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